Cuando se nos presenta la obligación de comparecer en juicio como testigo es imprescindible conocer las circunstancias que pueden eximirnos de cumplir con esta obligaciones legales. A continuación, vamos a ver cuales son algunas de las justificaciones que podemos emplear para no tener que acudir al tribunal.
Fallecimiento
Cuando debemos enfrentarnos a la pérdida de un familiar cercano es totalmente comprensible que nuestro pensamiento y nuestras fuerzas estén dirigidas a atravesar esta situación tan urgente y sentimental. En esta situación debemos informar de inmediato al tribunal sobre los hechos, probando la realidad de los mismos mediante documentos acreditativos de la defunción. Si no se presenta prueba alguna y solamente se realizan las manifestaciones nuestra ausencia al juicio no estará debidamente justificada.
Evidencia de la defunción
La prueba documental de que se ha producido el fallecimiento de un ser querido es imprescindible para justificar la ausencia del testigo en el juicio. Esta prueba puede tratarse de un certificado de defunción obtenido de las autoridades competentes, en el que conste la fecha, el lugar y la hora del hecho. Igualmente, existen documentos que pueden complementar esta prueba, como son un acta notarial de defunción o el informe médico. Es clave hacerse con toda esta documentación y presentarla en el juzgado de la forma correcta para no tener que afrontar problemas legales por la incomparecencia al juicio.
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Enfermedad o incapacidad
Si de repente padecemos una enfermedad grave o una incapacidad que nos imposibilite acudir al juicio, es crucial poner en conocimiento del tribunal esta situación de forma correcta. La ley tiene establecida esta circunstancia con una causa justificada para no asistir a un procedimiento legal. Pero no basta solo con manifestarlo, sino que debe probarse a través de justificantes médicos o pruebas que acrediten la incapacidad que padecemos.
Comprobación médica o presentar prueba de incapacidad
Como hemos dicho, para sustentar la enfermedad o incapacidad que padecemos a los ojos del tribunal debemos aportar la documentación médica donde conste la misma. La documentación médica puede tratarse de certificados médicos, informes de diagnóstico o de hospitalización, u otra documentación que manifieste el estado de salud y la repercusión que tiene este en nuestra capacidad para acudir al juicio. Mostrar pruebas firmes e irrebatibles sobre el motivo de nuestra ausencia es clave para que la misma se considere justificada y sea aceptada por el tribunal.
Cuidado de un familiar
Estar a cargo del cuidado de un familiar que tiene una enfermedad grave o requiere cuidados concretos de forma constante, puede mermar nuestra disponibilidad para acudir a un juicio en un determinado momento. En esta situación, es importante comunicar al tribunal que nos encontramos a cargo del cuidado de un ser querido y ofrecerle la documentación que fundamente esta situación.
Documentación de la relación familiar y comprobación médica
Para justificar la causa de la ausencia en el juicio cuando estamos cuidando de un familiar, es importante aportar documentos que acrediten los lazos familiares y la necesidad de nuestro familiar de ser atendido constantemente. Esta documentación se puede basar en un libro de familia o certificados de parentesco, documentos legales que prueben la responsabilidad de cuidar al familiar, y toda prueba importante sobre la situación.
Igualmente, aportar un justificante médico que refleje el estado de salud del familiar puede respaldar aún mejor la petición de ausentarnos en el tribunal. Toda esta documentación unida ayudará a probar nuestra situación y nos asegurará que nuestra ausencia estará justificada a ojos del juzgado.
Imposibilidad económica
La falta de recursos económicos es un impedimento para acudir a un juicio, sobre todo si no podemos afrontar los gastos asociados, como el transporte hasta el juzgado o la pérdida de salario por ausentarse ese día del trabajo. En este caso, es importante poner en conocimiento del tribunal la realidad de nuestra economía y aportarles pruebas de que la misma no nos permite cumplir con la obligación de ir a juicio.
Prueba de ingreso
Para probar las afirmaciones que vertimos debemos aportar pruebas de la mala situación económica que tenemos ante el tribunal, es importante aportar pruebas de los ingresos que recibimos y nuestros recursos financieros. Así servirán como prueba nóminas que reflejan el salario, comprobantes bancarios, declaraciones de impuestos y más documentos que muestren la situación financiera que vivimos.
Presentar pruebas contundentes y garantizables de nuestra incapacidad para asumir los gastos de la asistencia al juicio es importantísimo para que el juzgado tenga justificada nuestra ausencia.
Otras Causas justificadas
Aunque ya hemos visto las causas más comunes que se emplean como justificación para ausentarse de un juicio hay otras situaciones excepcionales que pueden justificar la ausencia ante el tribunal. Entre estas situaciones encontramos decisiones judiciales o catástrofes naturales que nos imposibilitan comparecer en el juicio.
Decisión Judicial
Hay casos en los que una decisión judicial declarada previamente puede influir en nuestra capacidad de asistencia a un juicio. Algunas de estas decisiones pueden ser la prohibición de viajar, una orden de restricción o cualquier otra disposición legal que nos impida ir. En esta situación debemos comunicar al tribunal la razón por la que no podemos acudir y ofrecer pruebas de esta razón.
Desastre Natural
Las catástrofes naturales tales como terremotos, inundaciones o incendios, pueden afectar a nuestra capacidad de cumplir ciertas obligaciones, entre las que se encuentra asistir a un juicio como testigo.
En estos casos se debe poner en conocimiento del tribunal la extraordinaria causa y aportar pruebas de la misma. Ante estas situaciones lo primero es velar por la seguridad personal y vital, y el juzgado por lo general comprenderá nuestra ausencia y tomará por justificada la misma.
Consejos para justificar la ausencia en un juicio
Cuando nos surge la necesidad de acreditar que el motivo de nuestra ausencia a un juicio está justificado, es clave afrontar la circunstancia con cuidado y elaboración. A continuación te vamos a dejar cinco consejos que te serán de gran utilidad para aprender a manejar esta situación de forma correcta:
- Comunica tu situación con anticipación: Debes poner en conocimiento del juzgado y las partes involucradas en el juicio la situación en la que te encuentras y que te impide acudir al juicio tan pronto como tengas conocimiento. Si no lo dejas para última momento y te anticipas en tu aviso reflejaras un compromiso con la administración de justicia y el juzgado tendrá tiempo de tomar las decisiones necesarias para afrontar tu ausencia.
- Recopila y organiza documentación relevante: Recaba toda la documentación precisa para probar tu causa de ausencia al juicio. Como hemos dicho entre esta documentación se pueden encontrar documentos de carácter médico, policial, legal o de otra índole, siempre que pruebe tu situación.
- Busca asesoramiento legal si es necesario: Si no sabes de qué forma debes actuar ante esta situación debes plantearte acudir a un profesional abogado que te asista. Un profesional legal siempre te ofrecerá la orientación concreta y te guiará en el procedimiento de forma efectiva.
- Sé transparente y honesto: al comunicarte con el tribunal y las demás partes intervinientes, debes ser sincero y claro sobre tu circunstancia. Aporta datos concretos y veraces para no dar lugar a malentendidos o problemas adicionales.
- Mantén registros detallados: Conserva un registro de las comunicaciones, documentos y acciones que tengan algo que ver con tu incomparecencia en el juicio. Esto te servirá para realizar un seguimiento preciso de tu caso y poder contestar todas las preguntas que te planteen en el futuro.
Si haces caso de estos consejos, puedes realizar la tarea de justificar la incomparecencia como testigo a un juicio de forma eficaz y cerciorarte de que la falta está justificada ante todas las partes intervinientes.