Llega un momento en la vida en la que aparece la necesidad u obligación de defender los derechos de personas vulnerables en su lugar, ya sea por su edad, una enfermedad o una condición de discapacidad. En estos supuestos, el ordenamiento jurídico proporciona medidas judiciales destinadas a proteger los derechos e intereses de estas personas, en especial existen dos figuras con esta finalidad, consistentes en la tutela y la curatela.
Dentro del ámbito del derecho de familia, resaltan las figuras de tutela y curatela como vías de protección a las personas más vulnerables, que se ven necesitadas de ayuda para tomar decisiones o defender sus intereses. En este artículo nos adentraremos en el fondo de las diferencias entre estas dos figuras, definiendo cada una de ellas y dejando claro cuales son los fines y utilidades que ofrecen. Para ello las miraremos desde el plano legal en el que se encuentran, y dejaremos claras todas las características de cada una de ellas de manera que nos permita afrontar su aplicación y la importancia que tienen en determinadas circunstancias.
¿Qué es la Curatela?
La curatela se establece como una herramienta jurídica destinada a servir de protección a personas que han alcanzado la mayoría de edad y que, por el padecimiento de discapacidades mentales o físicas, encuentran dificultad a la hora de tomar decisiones de manera autónoma que conciernen tanto a su vida como a su patrimonio. La diferencia fundamental con la tutela es que esta no , trae aparejada consigo la responsabilidad de ofrecer un cuidado personal a la persona sobre la que se ejerce, si no que se centra en el patrimonio de la misma debiendo administrarlo y en representarla en los asuntos legales en los que se vea envuelta.
Requisitos para Solicitar la Curatela
Para solicitar la curatela se deben cumplir una serie de requisitos muy claros, que vienen determinados por el ordenamiento jurídico vigente en cada país en los que se quiera solicitar o ejercer la misma. El requisito general y fundamental para que la solicitud de la misma tenga un resultado favorable es demostrar que la persona que se encuentra en una situación de vulnerabilidad y sobre la cual se quiere ejercer la curatela efectivamente cumple con las características para considerarse especialmente vulnerable, es decir, que padece una discapacidad que le impide actuar diligentemente a favor de sus propios intereses siendo necesario el apoyo de un tercero, curador, para tomar las decisiones respecto a sus administraciones financieras y legales.
El procedimiento debe iniciarse remitiendo la solicitud formal a la autoridad competente encargada de revisar la misma; a dicha solicitud habrá de acompaña la documentación en la que se base acreditativa del cumplimiento de los requisitos que se establecen y que identifiquen claramente al solicitante y la persona sobre la que se desea ejercer la curatela. En numerosas ocasiones la redacción de la solicitud y conocer detalladamente la documentación que ha de acompañar a la misma hacen necesario contar con un experto sobre el tema que pueda guiarnos en el procedimiento, siendo importante contar con un abogado especializado en el tema que se encargue de ayudarnos a cumplir los requisitos legales pertinentes y a realizar el procedimiento de la manera correcta.
¿Qué es la Tutela?
Por otro lado dentro del plano legal encontramos la tutela, que se trata de un mecanismo jurídico que sirve de protección a personas menores de edad que se encuentran desamparadas sin nadie que les ofrezca cuidado o tome decisiones en su nombre, como puede ser el caso de menores cuyos padres han fallecido o se encuentran ausentes de manera prolongada o padeciendo una enfermedad que les impide ejercer su tutela. Como hemos dicho antes la diferencia fundamental con la curatela es que en la tutela no nos podemos limitar única y exclusivamente a la administración de los bienes y la representación legal del tutelado, sino que lleva aparejada la responsabilidad ineludible de cuidado y protección del tutelado.
Requisitos para Solicitar la Tutela
Para ejercer la tutela es necesario el procedimiento previo de solicitud de la misma, que según cada país puede tener unas pautas y requisitos diferentes que cumplir. Es esencial que quede probado que el menor de edad cuya tutela se pretende ejercer realmente necesita que se le nombre un tutor que le ofrezca protección, y por supuesto, que la persona que solicita poder ejercer dicha tutela es la adecuada para ello. Para iniciar el proceso de tutela, es esencial cumplir con requisitos específicos, los cuales pueden variar dependiendo de la jurisdicción.
La solicitud junto con la documentación que acompaña a la misma, necesaria para acreditar que se cumplen los requisitos, y que será determinante a la hora de que la misma tenga un resultado positivo, debe presentarse ante la autoridad competente para su examen. Es importante contar con un abogado experto en derecho familiar que pueda acompañarnos durante todo el procedimiento y se encargue profesionalmente de acreditar el cumplimiento de los requisitos exigidos orientándonos en todo momento.
Diferencias Clave entre Tutela y Curatela
Ahora que hemos ofrecido una visión general de las figuras de tutela y curatela, y aunque ambas coinciden en la finalidad de servir como herramienta de protección para personas vulnerables, debemos referirnos en este punto a las diferencias que existen entre ambas, tanto en el alcance como en la responsabilidad que se despliega de cada una de ellas. A continuación detallamos las diferencias más significativas entre ambas y que sirven para tomar la decisión de cuál de ellas aplicar para el propósito deseado:
Persona Protegida:
- Tutela: Va dirigida a la protección de menores de edad que por alguna razón se ven privados de cuidado parental.
- Curatela: Dirigida a personas mayores de edad que cuentan con una discapacidad física o mental suponiendo ésta un obstáculo para tomar decisiones de forma independiente.
Responsabilidades del Representante Legal:
- Tutela: Engloba tanto el cuidado del menor, como la administración de sus bienes y su representación legal.
- Curatela: Se enfoca únicamente en la administración del patrimonio y la representación legal de sobre quien se ejerce.
Objetivo Principal:
- Tutela: Ofrecer al menor la posibilidad de contar con un cuidado que le otorgue bienestar total, incluyendo tanto su cuidado como el de su patrimonio.
- Curatela: Proteger el patrimonio de la persona vulnerable priorizando los intereses del mismo en un plano financiero y legal.
Aplicación según la Edad:
- Tutela: Se ejercerá sobre menores de edad y se extinguirá una vez alcanzada la mayoría de edad.
- Curatela: Se ejercerá sobre personas mayores de edad que sufren una discapacidad, sin límite de edad.
Estas diferencias son primordiales para entender el alcance de cada una de estas figuras, debiendo elegir la que más se adapte a las características de la persona a la que se quiere proteger.
Preguntas Frecuentes sobre las diferencia entre tutor y curador
¿Cuáles son los requisitos específicos para solicitar la tutela o curatela en mi jurisdicción?
Los requisitos dependerán del lugar donde se quiere ejercer y solicitar. Se deberán revisar las normas jurídicas del lugar donde nos encontremos o solicitar el asesoramiento legal de un profesional.
¿Puedo ser tutor o curador de un familiar?
Sí, de hecho en la mayoría de ocasiones estas figuras se ven ejercidas entre familiares cercanos entre sí. Pero ser familiar no basta para ejercer la tutela o curatela, sino que debe ser considerado idóneo, para lo que se valorará independientemente del parentesco su capacidad y la relación que mantenga con la persona que necesita de protección.
¿Qué sucede si no hay ningún familiar dispuesto a asumir la tutela o curatela?
En los casos en los que una persona necesita la figura de un tutor o curador y no se cuenta con familiares o voluntarios que presenten su solicitud para ejercerla las autoridades cuentan con un grupo de curadores y tutores profesionales que podrán ser designados en su defecto. Dichos curadores y tutores también deberán someterse a una evaluación que garantice que los mismos son idóneos para el cargo designado.
¿Se puede solicitar la tutela para un adulto que no presenta discapacidades, pero necesita asistencia temporal?
En algunos casos, como España, existe la posibilidad de establecer una curatela temporal cuando por ejemplo la persona se va a ver afectada en un periodo de tiempo por una lesión o enfermedad. Es importante siempre consultar la legislación aplicable al lugar en el que nos encontramos y contar con asesoramiento legal de un profesional que nos esclarezca en estos supuestos más específicos.
¿Cómo afecta la curatela a las decisiones médicas de la persona protegida?
La curatela no es una figura que comprenda entre sus atribuciones la toma de decisiones que afecten médicamente al sujeto. Si se da el caso en el que la salud mental de la persona se ponga en cuestión se puede contar con otros medios que permitan ayudar a la persona a gestionar sus asuntos personales, como poderes médicos.
¿Puedo impugnar una decisión de tutela o curatela si estoy en desacuerdo?
Sí, es posible impugnar las decisiones tomadas por un curador o un tutor siempre que la impugnación esté suficientemente fundamentada y respaldada. Contar en este caso con un asesor legal puede ser determinante para lograr que se tenga en cuenta tu perspectiva y se apoyen tus derechos.