¿Se puede quitar custodia por consumo de drogas? Es bien sabido que los juicios de custodia son una de las partes más delicadas de los procesos de separación y divorcio. Su objetivo es, por encima de cualquier otro, garantizar el bienestar de los hijos menores en común del matrimonio hasta su mayoría de edad. Esto incluye tanto seguridad económica como vivir en un entorno saludable.
Un entorno de estas características se contradice con un progenitor adicto a las drogas cuyo consumo influye en el cuidado de sus hijos, por lo que es un factor decisivo a tener en cuenta en juicios de custodia. Por eso, en este artículo exponemos cómo se aborda el consumo de drogas en estos casos, así como las acciones que se pueden tomar por ambas partes y cómo se puede quitar la custodia en caso de consumo de drogas.
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Denunciar el consumo de drogas de un progenitor
Cuando es el otro progenitor, es decir, una ex-pareja, quien sufre una adicción al consumo de drogas, se debe realizar una denuncia cuanto antes.
Para ello, es fundamental reunir todas las pruebas y evidencias que ayuden a demostrar que esa persona es, efectivamente, un consumidor habitual incapaz de cuidar de sus hijos. Tanto fotos, como videos, audios, testimonios de testigos y el de la persona denunciante pueden ser útiles.
Este consumo debe reunir algunas características determinadas, pues el uso de determinadas sustancias, si bien son adictivas, en el contexto de una enfermedad, por ejemplo, no tienen porqué considerarse un caso de consumo de drogas por el que quitar una custodia.
El tipo de consumo considerado nocivo para ofrecer el entorno adecuado a un menor suele estar asociado al consumo de drogas ilegales y, en el caso de consumir drogas legales, el juez valorará en qué manera estas afectan al comportamiento del progenitor y qué consecuencias tienen en el cuidado de los menores.
Qué ocurre al recibir una acusación por consumo de drogas en un divorcio
Por otro lado, si se recibe una acusación para impedir el acceso o quitar la custodia por consumo de drogas también hay distintas vías de acción con las que responder a dicha acusación.
En primer lugar, cabe la posibilidad de que la acusación sea cierta. Si, a pesar de ello, el progenitor denunciado quiere seguir adelante en la lucha por la custodia, se deberá pasar por un proceso de rehabilitación y realizar una serie de compromisos frente al juez.
En segundo lugar, si la acusación es falsa, será necesario desmentirla. Una de las vías más habituales y fiables para ello, es solicitar una prueba de drogas al juez.
Para ello, se debe aportar el denominado “principio de prueba”. Esto quiere decir que, ya antes de valorar la falsedad o no de la acusación, ésta deberá haber aportado suficientes indicios para tomarla en consideración.
Este principio determina si hay motivos consistentes para pensar que hay un consumo de tal frecuencia y alcance que puede ser nocivo para la correcta atención de los menores. Es en este caso en el que la denuncia de consumo tendrá recorrido y cuando se puede solicitar un análisis toxicológico de drogas.
Solicitar la prueba de consumo de drogas para quitar o mantener la custodia
Al solicitar la prueba de consumo de drogas, el juez autoriza la realización de un análisis para determinar la presencia de distintas sustancias en el organismo. Estas pruebas pueden ser de orina, sangre o cabello. En cada una de ellas se obtienen datos distintos del consumo de sustancias, siendo la del cabello la que ofrece información de mayor duración, pues se puede determinar la presencia de drogas en el organismo desde los últimos 3 meses, e incluso más.
En cualquier caso, los resultados obtenidos se valorarán de manera individualizada en cada caso y siempre desde el prisma de la afectación sobre el cuidado de los menores.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el historial médico.
El juzgado puede acceder a los datos médicos de cada individuo para obtener la información asociada a ingresos o consultas por consumo de drogas. De hecho, y como medida preventiva, se puede solicitar una prueba de drogas al sistema de salud si este lo contempla para que se incluya en el historial clínico en caso de anticipar la acusación de consumo o adicción.
¿Es posible quitar la custodia por consumo de drogas?
Una vez tenemos esta información preliminar, vamos a analizar qué puede ocurrir en un caso de divorcio en el que hay consumo de drogas al menos por uno de los progenitores que lucha o posee la custodia.
Si el juez observa un historial de consumo habitual en el progenitor, es factible que retire la custodia de los menores.
Por otro lado, agravantes que facilitarán dicha decisión en estos casos serán problemas legales por conducción bajo los efectos de drogas o alcohol o, por supuesto, el tráfico de drogas.
Sin embargo, también pueden encontrarse casos de consumo crónico de drogas en los que no se considere que hay una incapacidad para cuidar y responder a las necesidades de los menores.
Hay que recordar que este es el punto clave: que el consumo afecte el cuidado de los hijos o suponga un daño o peligro para su salud o seguridad.
En estos casos, por tanto, otro de los elementos determinantes para acreditar cómo afecta el consumo de drogas en estos aspectos es el testimonio de los propios menores, cuando tienen la edad suficiente como para empezar a ser conscientes de estos hechos.En cualquier caso, lo que ambas partes deben tener presente es que, tanto acusar sin pruebas para quitar la custodia por consumo de drogas, como negar el consumo si este es real, sólo supondrá un enlentecimiento del proceso y el perjuicio para los hijos en común.